Destellos sensuales en el lienzo de un ocaso
donde escribo con el aroma de sus labios,
una oda.
Me atrapan y me beben toda el alma
las luces,
jugando con las nubes y las sombras.
Reminiscencias de nuestros ímpetus.
No quiero que se esfumen las sonrisas
engarzadas en mis costados.
No quiero que la oscuridad degluta
la única razón por la escribo:
el amor, en el ocaso, inmortalizado.
2 comentarios:
Bello fondo que se lava en nostalgias. Ecelsa alma para un enfrentamiento a la sonrisa mas suspendia..., recuerdas un columpio..., rienda suelta que se genera en los siete soles. Promesas y miradas de una magia de momentos especiales.
Disfruté de tus lineas. Carlos.
Gracias Carlos, por tus palabras al poema.
Son retazos las líneas que apenas abarcan todos los sentimientos que desde un ocaso, germinaron en mi alma.
Y no sé desde qué siglo tengo esa vivencia.
Abrazos.
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