sábado, noviembre 26, 2011
Necesito hablarte...
Si la estrella de mi alma, por ti redimida y tan salvada, pudiera acercar sus destellos y así hablarte, aliviaré en parte estas horas de escarcha, en mi existencia de lejanías que no entiendo. En esta senda de adioses que jamás dicen adiós, porque al tocar el corazón allí me habitas y te habito.
Contarte que por ti y desde ti, el amor más azul he conocido. El amor más orado y esperado. Y es cruel el destino, con sus coordenadas a destiempo. O quizás el miedo a ser feliz sea tanto, que hace temblar a la espiga de la esperanza en el encuentro. Y se huye desde la lágrima más honda, muriendo a la vez. Nada vuelve a tener sentido, después de los susurros más sinceros, después de la alegría por sabernos nuestros, después de la simbiosis más extraordinaria donde nuestras alas divinas y humanas se entrelazaran. Y es desde el alma con la música secreta del silencio, donde constato que jamás seré tan bien amada, como lo fui- quiero anhelar, porque eso me da vida, que lo sigo siendo- estando en el reino de tus misterios, tu luz, tu mágica palabra.
Puedo seguir siendo yo- adaptada para sobrevivir en este mundo- pero el caudal de amaneceres únicos en nuestras miradas de niños, se ha marchado. ¡Y no bailan las luciérnagas junto al calor de nuestras manos! Perdida, en el exilio de una soledad que grita y se desangra, sin ver la salida frente a lo que por responsabilidad debo asumir, sueño al menos ser besada por la plata de tus labios donde me dibujas tu luna.
Ese hoy donde tejimos manantiales de cariño, ese hoy donde fui tu rocío y tú mi alba amada, no pudo continuarse, amor. Intenté explicarte desde el mustio sonido de mis olas, que en ese ayer no podíamos ser nido, aunque mi ser ansiaba tanto, a tu lado, construirlo. Con el peso de una historia personal, con la daga de un destino de ausencias en mi pecho, tuve que subir los peldaños de mi torre y volver al vacío, luego del amor. Con el amor en mí, sin desplegarlo, con el amor en mí, recordándote, sin poder acariciar como antes, tus inmensos cielos.
En cada sol y en cada luna de mis días pido a Dios nos reúna nuevamente en otra vida. O en ésta, que de pensarte y de sentirte, hace que desee demoler con vehemencia estos grises muros de sal y de tristeza, para ir a tus brazos. Sí, lo sé,-perdóname amor-,fui yo quien se había ido,¿ pero no ves que por más firmeza o estúpida heroicidad ante mis circunstancias, no puedo estar sin ti?
Porque el amor no se apaga ni siquiera decrece, porque tu nombre lo he grabado en el ritmo de mis latidos y quiero vivir para bautizarte, para amarte hasta mi último suspiro.
Invariablemente,Tú
Es un todo que me lleva
invariablemente a tus ramas:
el alba que despertamos a destiempo
para que reine y nos corone en las cuerdas
vibrantes de los ojos y los labios;
el vaivén del agua en tu sonrisa
-cascabeles de miel en estas olas-;
la diadema de los pétalos
que completé a solas,
llorando el recuerdo imborrable de Tadema.
Noche y día,
-resurgida-
inaugurando tu brisa en mí,
y la luna de tus acordes.
Solemne en cada perla sagrada
que contiene nuestra sangre
y nuestros soles.
Pensamiento de Mark Twain
Fotografía de Carmela Viñas
Twenty years from now your will be more disappointed
by the things that you didn´t do than by the ones you did do.
So throw off the bowlines.
Sail away from safe harbor.
Catch the trade winds in your sails.
Explore
Dream
Discover
Mark Twain
(Traducción)
"Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste.
Así que suelta las amarras.
Navega lejos del puerto seguro.
Atrapa los vientos favorables en tus velas.
Explora.
Sueña.
Descubre."
Suscribirse a:
Entradas (Atom)