En plegaria de estrellas
transmutaré toda inquietud.
Vuelo hacia el mensaje de la Luz,
liviandad de lo sagrado.
Y cada huella de sal
vertida en el útero del tiempo
será crisol,
flor viva en los desiertos,
cántico de gratitud.
El ahora es altar de amaneceres.
A lo lejos, los ecos del amor.
Notas que se despertarán un día
como ramos de gozo
siendo:
una sola voz,
un sólo respirar de ángeles
en los jardines de la eternidad.
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