domingo, julio 31, 2011

Entre cerezos...




http://youtu.be/wol6RHiIfoE


http://youtu.be/Acs8nGhj0gs


Tu luna y la mía, entre cerezos

se escondían.

Laberinto mágico de ternura

eran los pétalos de nuestras voces,

bautizando los árboles de nuestra historia

con el fervor de nuestros nombres.



Cosmos en las hebras del diálogo

amoroso.

Vida en el bordado pausado de los besos.



Quedan los sueños, manuscritos

de amor en ese lecho de flores.



Queda el aguardar la hora,

-reloj de fidelidad -

en que volvamos a ese inmaculado lar,

porque no hay flaqueza en mi latir

ni sombras de duda, capaces

de labrar en la ciega penumbra,


la mordaz tumba del olvido.






martes, julio 26, 2011

Ráfagas de tristeza


http://youtu.be/aaZfBB2baW8


Ráfagas de tristeza se arremolinaron

en este aquí y ahora en mis ojos.

Viajaron a la matriz de la condición

humana.

La mía,- primera responsabilidad

con la que convivo,

me sacude y me desvela-,

al haber quemado las alas

de los sueños en batallas ya perdidas,

por caminos inconclusos.



Pero prosigue la luciérnaga del alma

aleteando en la utópica felicidad.

Y por más que le implore que no avance,

se empecina en posar su luz

sobre una apartada tierra prometida.



Condición humana, en la noria

de la cúspide y la caída.


Llanto, pérdida,

soslayos de gozos

y quimeras.

Todos en el mismo tren

naciendo y muriendo,

para renacer de las propias cenizas.



Ráfagas de tristeza,

que aún en la quiebra de las fuerzas,

soplan esta vela, para el viaje

comprensivo de mi especie

y de mí misma.










domingo, julio 24, 2011

Ser refugio




Inclinada como orante

en el altar del universo,

elevo con la cítara del cielo

un canto de tenaz anhelo.


Ser refugio en tus días y en tus noches,

más aún cuando el violáceo grito de la pena,

- aguijón de las distancias-

intente cubrir y enceguecer

el azul de un amor incorruptible.



Ser el cántaro que guarda

para ti un sinfín de estrellas,

erigiendo un firmamento

de paz y azahares a tus ojos.



Ser regazo de agua clara

en ondas de voz y de ternura

-nacidas para amarte-.

abarcando las delicias

y el misterio sagrado de tu nombre.





sábado, julio 23, 2011

Plegaria



http://youtu.be/TAFj2-u2cGQ

Padre,

Háblame para enmudecer el sonido

de este barro y sólo así

contemplar

tu Santo Amor.



Guíame para celebrar siempre la vida,

con ojos de niña,

para abrigar al hermano

con corazón compasivo.



Dame tu Luz,

sin ella no puedo ser faro.



Dame tu Esperanza

para no flaquear cuando amo,

siendo barca que no llega a su orilla.



Dame la entereza para aceptar

los desafíos, sin tristezas.

Y la constancia en nombrarte,

en proclamar mi fidelidad a Ti,

por todos los siglos,

con mis actos y pensamientos,

en un mundo que tiene sed

de búsqueda.






viernes, julio 22, 2011

La danza de los ojos


http://youtu.be/sbJdeBNpTZM

Abanico de senderos profundos,

de mar sinuoso, apasionado  y vivo

en la danza de los ojos.



Suenan en intimidad de luces

los oboes:

iris de dos templos.



El verbo es bosque de diálogos

ancestrales.

Dulce quietud que instaura infinitos.



Mimo lumínico,

caricia abarcadora en la pleamar

del amor enraizado y del deseo.



¡No existe mejor nido

que el albor de nuestras miradas

eclipsadas!



Primer beso.






sábado, julio 16, 2011

A mi abuela amada



Espíritu libre
trazando en las estelas
de calandrias,
vid y emoción.

Abuela amada,
tu luz será siempre
mi guía e inspiración.

Bendita tú,
que has sabido enseñarme
a luchar los días, con optimismo
y gratitud.

Que has dejado cánticos de luz
en mi jardín de ensueños,
para que siga creyendo
en el amor.

En tu santo, mi homenaje.
Inmortal unión de esencias
venciendo, juntas, los ocasos tristes,
con la fuerza en la renovación.

Madre espiritual,
custodia divina
para mi barca que tiene
por puerto,
el reencuentro con tu
venerada sabiduría.

¡Me haces falta!
Escribo tu nombre.
-lo recito como un mantra-,
en mis campos
sedientos de soles.

martes, julio 12, 2011

Bondad ( acróstico)




Bonanza del carácter.

Orquídea digna del alma.

Nave sacra en aguas apacibles.

Diadema de soles altruistas.

Antorcha inmortal.        

Divinidad que nos habita.

La voz inagotable de la espera...





 
http://youtu.be/vQVeaIHWWck


Adagios de búsqueda madura


en el manto suave de la sal y de las hojas.

Junto al viento, se va tejiendo la voz

inagotable de la espera.



Dejo huellas de sándalo que sólo tú descifras

en esta arena , puente de gaviotas.

Son odas las pisadas de anhelo

en el lienzo

del tiempo que, esperanzadas por tu encuentro,

me traerán tu aliento,

tu luz inmortal,

tu aurora.



Dejo pétalos de versos en este intento

mío por perfumar tus sentimientos

y que arriben, gozosos,

al reino de las traslúcidas auras.

Las nuestras,

las eternamente fundidas,

en la primavera de todos

los siglos.

domingo, julio 10, 2011

Cielo y Tierra



Dedicado a mis padres




todo el horizonte

de amor en tus ojos de cielo,

Mamá,

me vuelvo con entrega

 estrella agradecida

para cuidarte.



Cuando contemplo, a su vez,

toda la tierra fecunda y dadivosa

en tus ojos de savia,

Papá,

me dejo libremente acunar

 por el río de tu bondad y tu mansedumbre.



Cielo y Tierra.



¡Mi hogar,

mi linaje,

mi guía atemporal!,

donde aquí los honro,

emocionada,

en el dulce brotar de mis letras

de pan.

martes, julio 05, 2011

La mecedora





Una misteriosa atracción yacía en aquella peculiar mecedora. Era una fuente de secretos. Y ella iba a descubrirlo, a medida que creciera, entre nogales y guitarras.

De niña, vio a su abuela mecerse y tejer mantas de canela, mientras su sonrisa se posaba en el manto de Dios. ¿Qué poder reinaba en esa esencia de mimbre, que hacía del ser en vaivén un ramillete de ilusiones?

Cuando la mecedora estaba vacía, ella trepaba por aquella hiedra de sueños con cascabeles.

Se hizo mujer y luego madre. Acunó ternura, amor en pétalos de ofrendas para sus niños con luna. La mecedora fue su confidente. Había historia, hazañas y desvelos en el entramado del silencio sabio, vuelto cuna.

Chopin y Grieg  le dieron movimiento.

Y llegó el otoño del descifrar aquel encanto.

Era el útero de la vida, el paso de las edades y el conocimiento, el amor recorrido en todos sus caudales. Eran las huellas de un noble legado, como cuentos para ser leídos con caricias.

El mar...la vida

(foto de C. Viñas)


http://www.goear.com/listen/33b62f8/el-marla-vida-carmela-vinas-filan-


El movimiento del mar me recuerda la vida misma.
Su furia puede hacernos sumergir en las profundidades, ahogándonos, si no estamos listos para retener el suficiente aire, mientras dura ese estadio de miedo, dolor, arrebato de libertad, sensación de muerte.

Son en esos momentos cuando vemos la vida desde abajo, con la arena metida entre los dientes y el alma atrapada en una red infinita de medusas.

Todo parece difícil de resolver, la tristeza se torna oscura porque no hay un rayo de luz en nuestro corazón golpeado por las inmensas corrientes submarinas de la pena.

Si gritamos, nos ahogamos, si tememos, perdemos la fuerza en la supervivencia.

Es aquí donde la voz se quiebra, los brazos no abrazan, las lágrimas no se secan, el amor no se comprende.

Somos la nada en medio del abismo, un inútil lamento que se ahoga en la desesperación.

El suspiro del alma nos asfixia, la calma no nos alcanza. La sombra de la insatisfacción se instala mientras el hastío corroe nuestras entrañas.

Ver la luz del día, que es la luz de la alegría, es el único deseo que nos salva, esperando que el mar, aquel que nos devoró hacia su propio Haverno, decida por fin depositarnos en la orilla.

Entonces, emergimos para encontrar el sentido de por qué vivimos.

Sólo aquí, aún perturbados por la oscuridad del dolor, somos capaces de sonreírle al firmamento.

Y danzamos bajo la lluvia plateada de estrellas, ya, sin remordimientos.

El viento del olvido barre la memoria de los días fríos, las olas convierten nuestro espíritu en aventurero.

El amor comienza a dejar huellas de existencia en la cálida arena, mientras corremos más libres, para alcanzarlas.

La brisa marina nos amansa, ya podemos quedarnos dormidos que el delfín guardián de la playa, vendrá a despertarnos para decirnos con su canto casi humano, que aunque parezca mentira, la vida es esto: un eterno aprendizaje de contrastes, un vaivén de dudas y de aciertos, un miedo abajo y una dicha arriba, con la vista puesta en la esperanza.

lunes, julio 04, 2011

El Silencio

                                   
                                    ( foto de C. Viñas)


http://www.goear.com/listen/b0f7b87/el-silencio-carmela-vinas-filan-






Devoro con tersura
la exquisitez de su paz
en mi alma y mis sentidos.

Descifro, complacida,
el enigma en el silbido, aposentado.

Una brizna de lucidez
lista para asirme,
invade dulcemente mi quietud.

Silencio para escuchar al silencio.
Silencio que remueve
heridas perpetuas.
Las cerrará el beso.
¡Etéreos labios suyos
me embriagan!

Silencio que en la prisión
de esta crisálida sutil,
me insta con amor
a liberar todas las amarras.
















Viento de nácar...



( foto de Carmela Viñas)

Amanecía.

Todo el bosque se alegraba del milagro de la Luz naciente y mi hada, revestida con la calidez del dulce sueño atesorado aún en sus pupilas, se desperezaba.

Sentía que quería ir más allá de los follajes y las flores. No conocía el mar, pero un sonido lejano de caracolas y sirenas la atraía. ¡De verde, se convertiría en azul de serenidad y sentimiento! Sin saberlo, ambas nos buscábamos. Porque yo quería tener un hada entre mis manos de sal y de espuma. Libres las dos y tan unidas por  la actitud de asombro ante la magia de la vida. Soñadoras, perceptivas, inquietas, inocentes.

Me acerqué a la playa donde siempre voy a buscar versos escondidos en las olas. Eran rimas de paz y de consuelo, esta vez. De amor eterno y tan agradecido. De besos del alma y de caricias que jamás perecen ni se olvidan. Rimas de un nosotros, unicidad infinita.

Entre las rocas y el azul, tímidamente vital, hallé a mi hada. ¡Tan hermosa figura espiritual y mítica! La bauticé Viento de nácar y le pedí que se posara entre mis manos. Nos miramos y lloramos. Era como haber encontrado una parte perdida de mi alma.

Y desde entonces, nunca nos separamos. Habita en mí. Ella  es el sendero que extravié cuando el mundo me exigió ser adulta, sin fantasías. Habito en ella. Soy la tierra- poesía que le permite expandir sin límites, sus raíces de ensoñación.

viernes, julio 01, 2011

El verbo de tu brisa




Al pensarte, en esa magia de azul y  despertares, la manta india que dejamos inconclusa en la sombra lastimera de una encina, vuelve a hilarse.
Me asombra cómo nutres mi ser con la savia de tu fuerza, con apenas rozarte desde mi voz que bebe de tu fuente. Y entonces se rompe la brújula que llevo, inventada para que mis pasos no abran los ojos y arriben a tus ramas.
¿Cómo hacer para enmudecerte en mí, si soy antorcha de tu luz que enciendo, cuando desato la palabra que te bautiza en plena noche?
Es  el verbo de tu brisa al versarte, que yace,en el entramado de mi alma y me impide huir de tu ternura.
Por ti, soy y seré, el eco perenne de un latido.

La magnitud del adiós...




(foto de Agustina Pintos)
Recuerdo de París, juntas




Eres responsable de tu rosa, le dijo el zorro al Principito”.
Saint- Exupéry
El Principito


París.
Entiendo que a Annette le gustara aquel sitio. La vista era imponente.
El frío cortaba algunas veces la respiración pero valía la pena ver la ciudad de la luz desde allí arriba.
-¿ Qué piensas ahora, Pierre? Te arrepientes de haber subido?
-En absoluto. Esto es indescriptible, pero hace bastante frío ya. ¿Volvemos?
-Aún no, pero si tú quieres, baja. ¡Me siento tan a gusto en este espacio intermedio!
-Annette, no te dejaré sola. Menos aún con todo lo que estás viviendo.
- Esta sensación de felicidad temporal no calma mi angustia, pero al menos me engaño pensando que sí.
-Sé del dolor que atraviesa ahora a tu corazón como una daga, Annette. Tienes que ser fuerte y superarlo.
-Pierre, ¿por qué nadie ha escrito sobre la responsabilidad en el adiós?. No sé, ¡es que es tan relevante!
Cuando amamos, pasamos a formar parte del tejido ontológico del otro, se produce la simbiosis. El intercambio es tan vital y profundo que hasta las frecuencias de los latidos son las mismas. Voz, ojos, texturas, aromas, formas se tornan de una belleza casi sublime cuando se ama y se es amado. El vínculo es azul.
Mantener vivo el amor es responsabilidad de dos. Y cuando el adiós irrumpe, sea por la razón que sea, no cesa la responsabilidad de Estar hasta que el otro vuelva a ser el mismo en seguridad y en entereza. El abandono en esta etapa final, es causa de locura en muchos casos.

-De modo que dices que no sólo cuenta el amar bien sino el saber despedir bien, dado el caso.
-Exacto, mon ami. Creo que no existe el desamor. Ya sea si somos despedidos o despedimos, se sigue amando…! A veces, por cuestiones del destino, tenemos que afrontar una separación o silencios, y tales decisiones son tremendamente dolorosas.No hay adioses sino postergaciones del amor, a la espera de momentos idóneos para su realización. Y puede que en miles de vidas, no se dé la ocasión de manifestarse plenamente pero si es verdadero, si es como lo vive el latido al pronunciar su nombre, al recordarlo incesantemente, la vida se encargará de traerlo a nuestra orilla. El tema pasa por saber esperar.


Y esperar es no rendirse a la magia de las cosas, pese al vacío de la ausencia, pese al aparente olvido. Esperar es desoír a la lánguida melancolía e impedir que triunfe cuando se llora sobre las piedras, sin azul, sin horizonte, sin fuerzas. Es aceptar lo que no puede ser en el presente, sin dejar de implorar para que sea en el futuro. Esperar es amar quizás más, teniendo como testigo al confidente silencio.

Este lugar aplaca mi pena. Pero vete, que hace frío. Seguro que las estrellas de esta noche huérfana de luna quieren decirme algo…
-Como quieras, Annette. Sabes que soy tu amigo y te quiero. No me es indiferente tu dolor. ¿Mañana me llamarás?
-Puede ser.
-Hasta mañana, entonces.
-Sé feliz, amigo mío.


Annette respiró hondamente y se acercó poco a poco al límite entre la estructura metálica y el aire. Puso sus manos cruzadas en el pecho, como señal de cuidar el cofre de sus sentimientos y allí se detuvo. No avanzó al vacío. Venció a la desesperación, porque supo en aquel instante que seguía siendo bien amada y cuánto a la vez, lo amaba.
Única razón, para continuar viviendo.