lunes, noviembre 19, 2012

En el arpa húmeda de las mareas...

Suspendida en las aguas de la renovación, cierro los ojos, desnudos, para sentir desde este navegar suave de amor, la paz que me regala el universo. Oigo sólo la vibrante mudez del silencio.

Soy hoja en el arpa húmeda de las mareas. Sin retener nada en la hora meditada, exhalo el aire que se clavó en la pena. Purificación.

También la piel del mar lloró en su tiempo. Y comprendí así, que somos desde el dolor.

¡Oh, azul de serenidad elocuente! Mis adentros tienen escamas. Soy pez, dentro y fuera de tu vientre.



4 comentarios:

Joaquín Galán dijo...

"También la piel del mar lloró en su tiempo. Y comprendí así, que somos desde el dolor."

Precioso Carmela.Un canto a la humilde existencia del ser humano frente a la inmensidad de la naturaleza.Así lo vi yo.

Abrazos.

Huellas dijo...

Lírica en estado puro de estos silencios que brotan desde lo más hondo buscando luz y vida.

Una delicia encontrar este rincón

Ana

Carmela Viñas dijo...

Y así lo sentí al escribirlo, Jerónimo! Gracias por tu mirada sabia que lee el alma de estos versos!

Abrazos enormes.

Carmela Viñas dijo...

Gracias Ana por tu hermoso comentario!
Es poesía también la palabra de los lectores que enriquecen un tema y le dan su especial impronta!
Besos.