Prosa poética
Sobresaltado de amor, un beso despertó de su letargo. Y rodó y rodó por los mares de tu vientre y del oasis de tu piel germinó un manantial. Y se bebió toda la sal de tu hermosura.
En tus labios halló el misterio que encierran tus halagos. Y creyó en el amor cuando lo estaba creando.
Besos de ardor en ese oasis. Besos de mar en el remanso.
Por ti ya no hiberna.Primavera de mieles, abre sus pétalos en sonoros te quieros, y te perfuma con nubes de rocío, el alma de los ojos y los acantilados.
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