domingo, octubre 02, 2016

Semillas de luz



En un minuto místico,
esbozó el cielo con colores sabios
nuestra ilusoria gloria
de creernos más refulgentes
que las cercanas estrellas.

Y así caían al horizonte de la verdad:
las máscaras de la vanidad,
la sangre de las guerras,
los egos enamorados del poderío
del sol,
la ambiciones por enaltecer al ciego barro
sin apenas mirar al amor.

Empobrecidas existencias
sin más oro que una corona roída
de patéticos egoísmos.

Estaba la humanidad retratada
en ese lienzo amoroso de Dios.
Estaba la propuesta
— modificar el pulso de la vida—
y  ser paz, cobijo y escucha
 en cada acto y respiración.

Estaba la clave
para abonar de una vez por todas
 esta quebrada tierra
en el aquí y el ahora,
—antes de la devastación entre hermanos—
siendo, incondicionalmente,
—tú, yo y todos—
semillas de luz.




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