En plegaria de estrellas
transmutaré toda inquietud.
Vuelo hacia el mensaje de la Luz,
liviandad de lo sagrado.
Y cada huella de sal
vertida en el útero del tiempo
será crisol,
flor viva en los desiertos,
cántico de gratitud.
El ahora es altar de amaneceres.
A lo lejos, los ecos del amor.
Notas que se despertarán un día
como ramos de gozo
siendo:
una sola voz,
un sólo respirar de ángeles
en los jardines de la eternidad.
Todos los derechos reservados.
4 comentarios:
hermoso Carmela!!!
Gracias, Carlos, por tus lecturas!!
Besos.
Profundo y elevado tu poema, Carmela. En cierto modo, así debería de ser siempre la poesía, un canto a lo infinito, a lo imposible y así hacernos creer que podemos tocar el cielo con los dedos.
Que tengas un bello verano.
Un fuerte abrazo
Feliz verano para ti también, Joaquín!
Gracias siempre por tan lindas palabras a mis pequeños poemas.
La poesía es esa llave para entrar a los jardines donde la razón se pierde y el alma, reina. Donde crecen las flores de todos los aprendizajes, con sus espinas transmutadas en aceptación y liberación de penas.
Y menos mal que existe el verso, en un mundo cada vez más caótico, enajenado y materialista.
Abrazos.
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