jueves, mayo 16, 2013

El amor



Tal vez sea el amor
el viaje más alucinante
por tierras amadas.
Acantilados, ríos, dunas
en el latir, son firmamentos.

Tal vez sea el amor
el estado hipnótico más duradero
donde se pierde el nombre
y la razón,
levitando sobre el mar de las caricias.

Quizás sea el amor,
el vocablo menos definible
en el intento vano por definir
cuando el beso tímido
al alba se despereza
y en la noche, atrevido, se desvela
para dejar huella y pasión.

Cuando los ojos de hechizo
caminan por sendas reverdecidas
y en el iris del otro se anidan,
cincelando una poesía.

Tal vez nunca alcance a descifrarlo
en la magnitud de sus secretos,
pero su paso eterno en el instante,
deja impronta y no se olvida.

¡Es presencia perenne
y suspirante!







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