Tal vez sea
el amor
el viaje más alucinante
por tierras amadas.
Acantilados, ríos, dunas
en el latir son firmamentos.
Tal vez sea el amor
el estado hipnótico más duradero
donde se pierde el nombre
y la razón,
levitando sobre el mar de las caricias.
Quizás sea el amor
el vocablo menos definible
en el intento vano por definir
cuando el beso tímido
al alba, se despereza
y en la noche, atrevido, se desvela
para dejar huella y pasión.
Cuando los ojos de hechizo
caminan por sendas reverdecidas
y en el iris del otro se anidan
cincelando una poesía.,
Tal vez nunca alcance a versarlo
en la magnitud de sus secretos
pero su paso, eterno en el instante,
deja impronta y no se olvida.
¡Es presencia perenne
y suspirante!
el viaje más alucinante
por tierras amadas.
Acantilados, ríos, dunas
en el latir son firmamentos.
Tal vez sea el amor
el estado hipnótico más duradero
donde se pierde el nombre
y la razón,
levitando sobre el mar de las caricias.
Quizás sea el amor
el vocablo menos definible
en el intento vano por definir
cuando el beso tímido
al alba, se despereza
y en la noche, atrevido, se desvela
para dejar huella y pasión.
Cuando los ojos de hechizo
caminan por sendas reverdecidas
y en el iris del otro se anidan
cincelando una poesía.,
Tal vez nunca alcance a versarlo
en la magnitud de sus secretos
pero su paso, eterno en el instante,
deja impronta y no se olvida.
¡Es presencia perenne
y suspirante!
2 comentarios:
Y tal vez el secreto del embrujo del amor esté precisamente en esa imposibilidad de definirlo,en que solo se puede hacer una cosa con él,vivirlo plenamente,sin más histoprias.
Un viaje, una experiencia mágica,un estado febril,...da igual lo que sea.Lo que importa es haberlo sentido al menos una vez en la vida.
Como siempre, me voy encantado de leerte.
Bellísimas tus palabras, Joaquín!
Y más que verdaderas porque el amor vivido podrá luego ser arte: canto, verso,pintura. Pero antes hay que rendirse a él.
Abrazos y gracias por dejar tu impronta aquí!
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