Estrellas de los sueños suaves

¡Habitadme, estrellas de los sueños suaves!
Quiero levitar con el impulso de vuestros destellos.

Desprender mis pies del horizonte estático del silencio,
por un segundo y ser eternidad en vuestras horas.

Habladme del amor, de la sintonía del viento
y la palabra, en el susurro amanecido.

Del verso recitado en el desvelo,
con ojos de mariposas.

Del tibio oleajes de los labios,
donde emergen los besos.

Estrellas de mis secretos,
acercadme la lumbre
para escribirle en la noche
más refulgente, un te amo.

Asir el instante

Momentáneos destellos, ocultos para ser descubiertos en mi andar sobre las rocas.
Huellas resbaladizas por el ímpetu del agua que mueve mis miedos. Otras veces, pies sedientos de existencia celebrada hasta llegar a mi propio azul, fecundado por las ansias del amar.
Plata en el ropaje del instante que encandila mis pupilas. Signo de una vuelta al ser, deslumbrado nuevamente por la vida. Luna que recoge y que transforma en alas, los cristales lastimeros de mis abatidos ojos.
Es breve la chispa de luz que en un segundo, lo enseña todo: volver al columpio de mis días, con cintas de cielos tibios, en mis cabellos de cobre.
Volver al arrullo soñador de las ondas marinas, que suele dejar, cual beso dormido, una estrella de mar entre salados versos.