miércoles, julio 30, 2014

Mi morada




Ya no me invoca
a deambular a ciegas
la bruma de la nada,
porque tengo el sendero de tu estío.

Extraviarse ya no es sórdido destino
cuando en tu ser fundo
jubilosa, mi morada.

Y aún desoída la plegaria del encuentro
-soledad de los ángeles
en la tierra de los desafíos-,
sólo en tu nombre
-sacro nombre-
sobrevivo.





4 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Precioso!
Cariños Carmen.

Anónimo dijo...




Búsqueda de crepúsculos y contemplaciones
¡Quizás!
Un deseo, una oración en el desatino. Mágico
poema para sobrevivir. luzyabsenta

Te mando un ejercicio musical.
http://www.youtube.com/watch?v=Az3SHeMHC6c


Carmela Viñas dijo...

Gracias por pasar, Adriana!
Cariños.

Carmela Viñas dijo...

Gracias Luzyabsenta por tu lectura y palabras!
Me gusta tu definición del poema:..."mágico para sobrevivir".
He disfrutado del tema musical.
Abrazos.