miércoles, julio 30, 2014

Mi morada




Ya no me invoca
a deambular a ciegas
la bruma de la nada,
porque tengo el sendero de tu estío.

Extraviarse ya no es sórdido destino
cuando en tu ser fundo
jubilosa, mi morada.

Y aún desoída la plegaria del encuentro
-soledad de los ángeles
en la tierra de los desafíos-,
sólo en tu nombre
-sacro nombre-
sobrevivo.





4 comentarios:

  1. Anónimo3:21 p. m.




    Búsqueda de crepúsculos y contemplaciones
    ¡Quizás!
    Un deseo, una oración en el desatino. Mágico
    poema para sobrevivir. luzyabsenta

    Te mando un ejercicio musical.
    http://www.youtube.com/watch?v=Az3SHeMHC6c


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  2. Gracias por pasar, Adriana!
    Cariños.

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  3. Gracias Luzyabsenta por tu lectura y palabras!
    Me gusta tu definición del poema:..."mágico para sobrevivir".
    He disfrutado del tema musical.
    Abrazos.

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