Aún queda camino
entre el desvelo y la aurora
para despertar los bríos y las calandrias.
¡Oh mañana de prometedor sosiego!
Me recuesto en la seda de tu aura
y aspiro de a poco tu aliento
vivificante, glorioso en esperanzas.
Sé mi lumbre
en tu aire que no conoce nostalgias.
Sé mi sangre
en tus cielos de fuentes tan claras.
Voz que entretejen tus vientos
-manto de sutil susurro-
adentrándose, eterna,
en la raíz de mi alma.
5 comentarios:
Una belleza Carmela!
Que sería de la vida sin poesía?
Nos lleva por caminos sutiles, nos transporta, nos eleva.
Cada palabra es un latido que brilla en el espejo del alma.
Mil besos.
Bello susurro que se hace canto llano
para un aire de lumbre y rac¡ices de alma. felicidades. lo disfruted, como siempre desde el alma besos. luzyabsenta
Gracias por dejar tu esencia, Luzyabsenta!
"Aire de lumbre"..qué bella imagen!
Besos.
Gracias Adriana por dejar tu impronta en este poema!
Poesía es vida, suspiro y un breve latido de eternidad.
Besos.
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