¿Hacia dónde irán tus sueños,
grácil gaviota,
con el alba en tus ojos
y la mar en tu pecho?
Dancemos juntas
-allá lejos, las rocas-
y que nos bañe la espuma
que esculpe este viento.
Libres de pasos añejos,
libres de un nombre
- pueden bautizarnos
de duendes estos calmos cielos-.
Libres de un suspiro escarlata
que se quedó en un invierno.
¿Hacia dónde irán tus sueños,
gaviota romántica?
Tú, candil de inocencia marina.
Yo, apenas tu verso.
Siempre nos atraen las aves por su vuelo en libertad.Con ellas enviamos a menudo nuestras propias frustraciones para que el viento las envuelva y las disipe.
ResponderEliminarAsí lo has hecho en tu bello poema.
Abrazos,Carmela.
Gracias de nuevo, amigo y poeta!
ResponderEliminarSer libres desde la simpleza de un batir de alas, sin más horizonte que el presente.
Nos leemos!
Abrazos.
van buscando mas compañía, es muy seguro
ResponderEliminarpues una sola no hace verano cual golondrina
cuando esta llena de invierno las penas
y luego si, volar sin destino alguno
Siempre se un gran placer disfrutar de su inspiración, un gran abrazo
El placer es mío al encontrar tus bellos comentarios en mi página, Carlos Alberto.
ResponderEliminarNo hay más belleza en la libertad que imitar el vuelo entregado de una gaviota.
Abrazos.