El verbo en nuestros labios no podrá ya tejerse ni el iris
de la materia reconocerá nuestras figuras- tierra donde un día el amor dejó con
gozos tantas huellas- pero a su vez, mi ángel, no habrá silencios.
Al cerrar los ojos, podrás divisar un arco decorado con
lavandas donde a través de él, puedas mirar mi mar cuando lo desees. Sabrás que
esas olas seguirán entonando con dulzura tu nombre. Y no habrá tristezas ni
sensación de pérdida.
Es otra forma de seguir amándonos sin la cárcel de los
deseos frustrados donde un destino cruel de distancias, arrebató toda esperanza
. Pero quizás no era la hora, quizás estuviera escrito en algún libro de
constelaciones que tú y yo seríamos en este mundo, cielo y agua.
Amar entonces en la
substancia donde nada será perecedero. Amar siendo más libres para cruzar los
firmamentos de la pureza y hacer de su virtud, nuestra morada. Porque sin el
lienzo del otro donde la estación de las caricias hace florecer las primaveras,
el amor nos hablará con otras palabras. Habrá oboes que acompañen nuestros
latidos místicos en el beso de las auras.
¡Oh resplandor vivo de amor, fértil guía de nuestros pasos al
encuentro!
¡Inmenso obsequio y dicha de sabernos uno, tras tu luz, desde
todos los tiempos! Primero en las mareas de un amarnos con lirios de ternura en
los ojos y en las manos y luego, en esta hora nueva de tenernos como fuente,
llama de un amor eterno.
Jamás olvides que te amo.
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Es el sentimiento que traspasa la barrera de lo tangible y explora en lo intangible nuevas sensaciones,para hacer que perduren las emociones... magnifico, un abrazo
ResponderEliminarIntensas sensaciones que son diseño para un amor
ResponderEliminarque se hace ritmo del destino unico. Lo he dis-
frutado con un impulso poderoso. Siempre magica.
Felicidades. luzyabsenta
Gracias, Carlos Alberto Rocha García, por tu lectura y palabras! Por captar la esencia de esta prosa y decirlo con tu voz lírica. Abrazos.
ResponderEliminarGracias po tu paso aquí, Luzyabsenta! Celebro que hayas disfrutado de esta prosa, dejando tus huellas siempre sensibles y también poéticas.Abrazos.
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