En el iris de una gota de agua, hay una plegaria
que cae , expectante, sobre la tierra.
Quiere dar brillo al dorado cuerpo de la espiga
y multiplicarla.
Pan de luz para los vientres más pobres.
Ser dulce lágrima que besa la memoria triste
de los volcanes y los perdona.
Iris en himno vital que fertiliza corazones
solitarios.
Gota de agua en el
reverdecer
del amor que, como ella,
nutre de esplendor al ser
y lo transforma.
Aguas esperadas,
milagrosas, aguas virginales.
Secretos amorosos de
Dios
que descifran en meditación las almas.
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