En velos
suaves zigzaguea
mi góndola secreta
por el ojo del aire.
Texturas de
himnos,
glicina y
lira
en las
palmas de la madera.
Surco
horizontes de míticos sonidos.
Se abren a
la luz las auroras
en vapores plácidos de dulzor.
¡Al infinito
-gozo este vuelo vivificante-
en estelas
hermanadas
con la
cuerda indestructible del amor!
De mi Poemario " Ecos de un sentir"
Que esa maravillosa y secreta góndola te siga llevando a las cimas más altas de la inspiración querida Carmela.Es una gozada volver a leer tus exquisitos versos con esa preciosa melodía de fondo.
ResponderEliminarGracias por compartir belleza.En esta calurosa tarde de finales de agosto se agradece.
Un fuerte abrazo querida amiga.
Muchas gracias por tus amables palabras, Joaquín!
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado este poema esperanzador donde los sueños se encaminan en góndola al infinito...
Es increíble el calor que hace, imagino que se siente aún más en tu tierra!
Abrazos enormes.
Velo en la sudoración humana, un amor que danza y es lira para la mezquita dela contemplación…, sea horizonte, vuelo pintura e himno, ser de abono fermentado
ResponderEliminaren un amor delicado. Carlos.
Gracias por tu lectura y tus líricas palabras, Carlos!
ResponderEliminarAbrazos.