Hallado en medio de un diluvio interno
el astrolabio,
en el vértice de las mudas huellas,
-las que mi alma dejó como indicios
en la arena imborrable de mil siglos,-
redirijo mi timón
hacia la gnosis de mis estrellas.
Viaje inacabado
hasta comprender
con valentía y victoria,
con penas de karmas
que aquí debo disolver,
el propio trazado estelar
que en fragancias divinas,
guía mis pies.
Misión de navegante es,
el no huir ante las noches
de dudas. Orfandad aparente
de lunas.
Fuego de dragones inventados
para desviar el camino de lo Uno.
Vence y vencerá
de un modo indefectible,
la sagrada inmanencia
del ser, del que soy fiel.
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