domingo, enero 13, 2013

Eterna carta de amor

                                          Meritxell Ribas, ilustradora española


  




Amor de eternidades:

Las ausencias me atraparon en sus redes, quebraron mis ramas al vacío y confiscaron mi alma a los destierros. ¡Cuánto daría para que el amor te trajera entre remos de rocío y estuvieras a mi lado, sin despertar jamás al alba!

La torre ahoga mi grito de amor en sus cristales.
Quiero asir el beso de tu manos en mi arena desierta de caricias. Quiero darte el latido de mis bríos en inmensas olas de amapolas, y repetir incesantemente el ciclo del preludio, el intermedio y la gloria.
Seguirte en la estación de lo sereno, en ese otoño ocre del susurro, en esa primavera cómplice de ideas, arrebatos y alegrías mágicas.

Deshaz el acertijo que me aisló a estos mármoles tan silentes e hirientes. Construye con tu aliento de esperanza, la estrella que nos vuelve manto y firmamento.

Amor, tengo sed de ti y desfallezco. ¡Son tantas las horas del desvelo en la oscuridad mortífera del silencio, que temo enloquecer si no te sueño!

Sangran los ojos por no verte. El tiempo del desierto lacera mi corazón que no desiste. Eterna tortura la mía de nacer y amarte, antes de encontrarte.
Y pasarán los siglos- separaciones insufribles-, y las nubes serán sólo escarcha. Y aún en los inviernos más temidos, imploraré tu abrigo para cobijarme en tu hermosura.

Amado mío...ya viene la dama negra y me hechiza, me colapsa. Pero desde esta ventana roja por el río de la rosa en infortunio, volaré hasta ti si la muerte me alcanza.
Y será la aurora, entonces, el símbolo de mis venas anhelantes, las que pinten con estela las mañanas nuestras en romance.

Julieta


2 comentarios:

  1. ¿Como negar angustias ante una gran ausencia? imposible lograr tal quimera, una utopia inalcanzable es tomar todo lo que se siente y enviarlo al basurero del olvido... no se habria amado lo suficiente si eso se logra, magnifico, mil aplausos para sus letras, un abrazo

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  2. Muchas gracias por tan bello comentario, Carlos Rocha!
    Y tan cierto es lo que expresas! El olvido es impensable para un amor vivo.
    Abrazos.

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