Transparencias en la hora primera.
¡Luz del origen, alba hermosa! Besas mi espíritu.
Sin prisas y absorta en la meditación, oigo los secretos del mar. Abrazo mis silencios.
Verdad indiscutible, sabiduría en lo más simple: creo mientras pienso, la realidad que anhelo vivir. Soy feliz al abarcar los sueños.
Nada se interpone.
Seré aquello que en el ayer, fue sólo esbozo.
Fiel caricia, en el Verbo pronunciado.
Amor constante en la quietud, las tempestades, el momento y los siglos.
Paz en el ocre de las hojas, regocijo en los florecimientos.
Cóndor libre, ya sin lágrimas, que hermana himnos con su vuelo.
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