Plenilunio y ocaso

( La foto es extraída de la web. Si no se me permite ponerla en el blog, sin dudarlo, la quitaré pidiendo las respectivas disculpas)

En el balcón de la noche
espectante,
preñada con los besos
que no se despidieron aún
de la magia del alba,
te espero.

Senda de augurio infinito,
donde nuestros pasos de trigo
imaginan acercarse.

Plata enamorada, bordando
tu amado halo de dorados
misterios.
Magnetismo en las alas
de las miradas.

Abrazos de esferas errantes,
que mueren de amor
en el rojo sangrande
de llorar distancias.

Caricias huérfanas
por el infortunio
de no dejar su impronta de miel,
sobre el mapa sensible
de los cuerpos amantes
que se desvanecen.

Oasis de lágrimas.

Sed infatigable
unida al primigenio y último
suspiro,
-la eterna noche sólo la aplacará-,
de acercar destellos de plenilunio
y luz de ocaso.