lunes, mayo 12, 2014

La Inocencia

En cada jardín de azahares
de temprana primavera
mora, gozosa, la inalterable Inocencia.

Pétalos que sueñan
mundos de chocolate
junto a las alegres hadas,
que son sus estrellas.
Y un piano de silueta
igual a un corazón,
inventando risueñas canciones
con deditos de soles y voces de nácar.

Amor como velero
que surca el azul de las aguas
-ternura-,
y deshace las noches perdidas
de las incertidumbres adultas.

Rima de un verso perfecto
susurrado por Dios,
en el ala más inocente
de su Creación.



4 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Una bellesa de versos Carmela.
Fué una alegría descubrir tu Blog.
Cariños y cuando gustes te espero por el mío.

Carmela Viñas dijo...

Gracias por tu visita y palabras, Adriana!
Visitaré tu blog, encantada!
Abrazos.

Joaquín Galán dijo...

Una inocencia con fecha de caducidad, por desgracia,pero no por ello deja de ser hermosa.
Creo que los niños nos salvan,sin ellos el mundo sería mucho peor.

Precioso Carmela,con el sello personal de la ternura de tus versos.

Un fuerte abrazo, amiga.

Carmela Viñas dijo...

Infinitas gracias, amigo Jerónimo, por tus lecturas y palabras!
Eso creo también: los niños son la esperanza del mundo.
Y volver a ese reino de inocencia al contemplarlos, es como volver a creer en los ángeles.
Abrazos fuertes.