Olas, arrecifes
hacedme un hueco
en la sal melancólica
de la tarde,
que en la boca del mar
quiero verter
mi lágrima errante.

Perderme entre las algas
de sólo rezan distancias.

Si acaso la bruma
me convierte en gélido olvido
y afónica y rota
queda mi esperanza,
sed testigos: mar, azul,refugio
que amé hasta perder
mi nombre en el frío.