sábado, febrero 16, 2013

La eterna espera del Amor


Era simple, completo, abarcador.
Sin ornamentos ni vanagloria.
Era vital, era alimento, fuerza, bondad.
Luminoso, sin distinción de razas, credos, dogmas.
Sin máscaras ni miedos.
Sin dudas, negligencias, omisión.
Era acción, era la paz absoluta desde el silencio.

Estaba antes del génesis de los tiempos,
en todo el aire de la Creación.
Y ciegos, no lo veíamos por crear otros vocablos
que enaltecen al yo:
deseo, herida, apego, recuerdo, lágrima, soledad;
guerras, poder, genocidios;
egoísmo, control, endiosamiento;
mezquindad, división, riquezas.

Estaba en el ser, en el alma , en su memoria.
Era el Amor, sepultado por las sombras de nuestro propio e inútil ego.
Amor que espera eternamente, ser al fin descubierto
con el fin de que podamos Ser desde su Luz.




2 comentarios:

Joaquín Galán dijo...

Sí,siempre estuvo ahí,no hay más que mirar a la naturaleza,a las estrellas.Pero somos ciegos porque no queremos ver o tal vez porque nos enseñaron a ver lo que no interesa.

Un poema esperanzador,Carmela.

Un abrazo.

Carmela Viñas dijo...

Gracias siempre por tus lecturas y bellos comentarios a mis pequeñas letras, amigo Jerónimo!
Ha estado y estará siempre el Amor aguardando ser descubierto para cubrir de Luz al mundo.
Abrazos.