miércoles, junio 29, 2011

En el umbral de un momento...




De repente, nos miramos. Estábamos tranquilas.
La larga secuencia de  quejas e interrogantes, terminó asfixiando al ángel.

-¿Cómo es que me quedé en este nivel, siendo tan humanitario? Debe ser un error del sistema. Verifique, por favor, ángel. Sea más efectivo, que aquí nos estamos jugando el destino…¡Qué nervios, necesito fumar!

-¡Sí, soy estoy con el señor que ha hablado antes! Tantas obras de caridad, tanto tejer para los pobres como para que me dejen en el mismo sitio, reviviendo una y otra vez lo mismo. ¡Protesto, joven con alas, protesto! Y anote, no sea distraído.

- Estoy seguro que es una equivocación, dijo en voz baja un joven que no hacía más que insultar a su novia  porque lo había dejado. Tantas veces la perdoné y ella, ni se digna a hablarme. Me carcome el rencor, no lo puedo remediar…Me vengaré.

-Te veré en el escalón siguiente, si está escrito en nuestras almas ese rumbo, amiga del alma.

No quiero cuestionar ni el porqué ni el cómo…todo es por algo y lo respeto. Hemos vivido intensamente, cada una con sus propios aprendizajes. Quizás tengamos que separarnos en este viaje interior porque una de las dos deba quedarse más tiempo. O quizás sigamos juntas. Sólo quiero decirte que en esta vida has sido mi gran maestra, en lo enriquecedor y positivo. He sabido, desde ti, a tolerar otras creencias. ¿Te acuerdas cuando vimos crear un mandala durante días y en la última luna, lo vimos deshacerse sin apegos? Los monjes tibetanos, con ese desprendimiento y sabiduría, desde entonces, son muy admirados por mí.¡ Ahora entiendo tus colores: el granate, el amarillo…! La coincidencia o destino de hacer cursos de Reiki juntas. Y luego, toda una existencia para llevar a la práctica esa filosofía de vida. Comer sano, meditar, saber respirar profundamente, sanar desde la Luz…

Imagino estadios superiores, donde se pueda apreciar la vida en cámara lenta. Sin cuestionar nada, sólo observar el ritmo del devenir de las cosas, amando cada ser, cada instante sin pérdida de tiempo, sin distracciones. Vivir en consciencia permanente.

-Dicen, amiga mía, que hay millones de niveles por cruzar. Sólo los iluminados llegan. Preparemos el corazón para ese estar despiertas. Y fluyamos…

-Te quiero, entrañablemente.

-Y yo, hermana del alma. Y yo.


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